martes, 26 de abril de 2011

Fuimos un punto de Inflexión

Una sensación extraña. Qué pasada, impresionante.

 He retomado relación con un antiguo amorío tonto, de estos que se tienen a los 16. Perdimos contacto el día que él decidió marcharse a estudiar fuera. Una decisión que no solo acabó con lo nuestro, sino que cambió completamente su vida. Hoy, tras tener una conversación con él, ha roto todos mis esquemas.

Pensaba que todos, absolutamente todos, aspirábamos a la moNotoNía de la juventud: ser mantenidos por nuestros padres, estar muchos años estudiando, y recibir todas las ayudas posibles para comenzar una vida más independiente. Él no.

Estudió un par de años fuera de aquí, se enamoró y se traslado a 1100km de su familia para apenas volver más. Vive con ella, trabaja, se ha permitido un coche… un modo de vida que pensaba inalcanzable hasta llegada una cierta edad. Pero no, él lo ha hecho.

Me pregunto si lo envidio, si esa manera de vivir solo me llama la atención o si la quiero, si sería capaz de hacer lo mismo, si me sentiría mayor, si me conocería más, si me querría más, si la N no sería el centro de mi vida...

Misma educación, mismo entorno, misma edad, una decisión diferente y una vida incomparable. 


A.Irazusta